'Caramelo' siempre quiso ser un caballo, pero desde que nació tuvo que conformarse con lucir como un burro normal y corriente. Dotado de las orejas alargadas propias de su raza, mirada noble y hábil en el rebuzno, 'Caramelo', para sorpresa de todos, tiene otros dones. Es capaz de realizar los ejercicios de la doma clásica propia de los afamados caballos jerezanos; el 'piaffe', el 'passage' o las piruetas directas e inversas son algunas de las destrezas que domina. En Montellano (Sevilla), un pueblo con mil caballos 'de montura' y otras 2.500 cabezas equinas, 'Caramelo' ha logrado hacerse un hueco en la hípica andaluza.
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