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El negocio de la cría de caballos ha descendido en la mayoría de las razas hasta un ochenta por ciento en muchos casos, según los profesionales del sector, debido a que es un artículo de lujo que es caro mantenerlo. "Si hace unos años un potro sin domar se podía vender por unos 1.200 euros, ahora hay que darlos por 150 o 200 euros, como mucho". "Los criadores aguantamos para ver si esto se anima algún día, pero sobran caballo y, al final, van para carne", ha manifestado. Hasta hace cinco años un caballo bien domado de pura raza española podía estar entre 6.000 y 12.000 euros, según el animal y "ahora un caballo con doma se puede vender por poco más de mil euros". Los criadores de caballos, de razas como lusitana, española, árabe o anglo-árabe, buscan mejorar aún más la genética del animal con selecciones muy rigurosas, con el fin de encontrar un mejor hueco en el mercado.