martes, 11 de diciembre de 2012

Nombre para tu caballo

Si nuestro caballo procede de una yeguada u cualquier otra instalación de venta de caballos es más que probable que ya tenga un nombre, que puede ser del estilo LEONARDO XXIV. ¡Qué no te importe cambiarlo! Es más, debes hacerlo. Los caballos no son capaces de recordar nombres tan largos, la única utilidad de ésos nombres es reconocer la generación y yeguada del animal. Al ponerle nuestro nombre, tendremos en cuenta que el nombre del animal tiene que ser sencillo, breve y reconocible por el caballo. Por ello, lo mejor es que tenga dos sílabas como máximo. Una vez decidamos el nombre, tendremos que enseñárselo. Para ello hay un método muy simple: Se ata al animal en una ubicación en la que se encuentre totalmente solo, de ése modo nos aseguramos de que no se distraiga. Entonces, nos colocamos en un lugar cercano, pero desde el que no alcance a vernos, y pronunciaremos su nombre. Si lo hacemos de esta manera reaccionará por simple curiosidad. A continuación, iremos hasta él y le daremos un premio alimenticio. Tenemos que repetir el proceso las veces que haga falta hasta que el animal lo comprenda y responda a ese nombre en cuanto lo llamemos. No olvidemos que siempre hay que darle al caballo una pequeña recompensa por su respuesta, aunque solo sea una caricia, así nos aseguraremos de que en el futuro siga respondiendo.

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