Con este complicado nombre, Espejuelos, se conoce a las pequeñas excrecencias de córnea blanda que aparecen en la cara interior de cada miembro, al nivel de las rodillas y de los corvejones.
Suelen ser prominentes en los caballos de razas rústicas y resulta necesario reducirlos con un cuchillo.
En realidad se trata de un vestigio de pulgar, puesto que originariamente los caballos tenían varios dedos y entre ellos el pulgar. La evolución sufrida por estos animales provocó la desaparición de estos dedos, quedando únicamente el pequeño trozo de uña que los expertos denominan "espejuelo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario