La segunda Entrada de Toros y Caballos de Segorbe estuvo marcada ayer por la pericia del veterano caballista Alfonso Alandí, a quien su gran experiencia y sangre fría le permitieron evitar lo que podría haber desencadenado un grave accidente. En concreto, varios de los astados que conformaban la manada salieron 'enterándose' del corral de la calle Argén y, por lo tanto, algo peleones.
De hecho, la primera de las reses cabeceó sin alcanzar al caballo de José Puchol, mientras que el penúltimo embistió sin llegar a herir a la montura de Alandí,que sin embargo llegó a tocar el suelo con los cuartos traseros. Pese a todo, el dominio del jinete hizo que esta volviera sobre sus cuatro patas y se sumara a tiempo a la veloz carrera.
Por lo demás, esta segunda Entrada, de un minuto y 29 segundos de duración, estuvo caracterizada por la vistosidad estética, sobre todo a su paso por el palco de invitados instalado por el Ayuntamiento de la capital del Alto Palancia frente a la plaza del Obispado.
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